La Comarca de Entresierras está situada al S. de la provincia de Salamanca, en el que ya debería ser Parque Natural de Quilamas, está incluida en la REN (Red de Espacios Naturales) de C y L y es Reserva de la Biosfera por méritos propios, aunque bien es cierto que la atención y la preocupación por parte de las distintas administraciones competentes deja mucho que desear
CUATRO PUEBLOS SERRANOS
San Miguel de Valero: (932m). Situado en el altiplano, como vigía del valle del río Quilamas y de Valero, es considerado “la puerta de Las Quilamas”. Se asienta en una base granítica y su urbanismo y arquitectura se corresponden con los tradicionales de esta comarca. La apicultura es, quizás, una de las principales bases de su economía, junto con la cereza.
El Tornadizo: (887m). Asomado al río Alagón, es el segundo que nos encontramos en nuestro recorrido, a poca distancia del anterior; de mucho menor tamaño y también asentado en granito, no está al nivel de aquél en lo que a las características de un pueblo serrano se refiere. El topónimo nos habla de “tornados”, “conversos”. A la salida del pueblo, pasaremos por la ermita humilladero y, en el camino, veremos algunos viñedos y huertas con sus tradicionales cigüeñales.
San Esteban la Sierra: (623m). Siempre en descenso, acompañando al Alagón por su margen derecha y sin dejar el granito, llegamos a uno de los pueblos de más bella estampa de la comarca de Entresierras. Con el Alagón a sus pies, el entramado de sus calles y su arquitectura tradicional, unidos a su buen estado de conservación, hacen de él un pueblo con autenticidad serrana con recuerdos moriscos y judíos. Destacamos la plaza mayor, la iglesia parroquial, la fuente romana (¿) y el Puente Viejo, medieval, todo ello, como la mayoría de las casas, con el granito y la madera como materiales tradicionales esenciales.
CUATRO PUEBLOS SERRANOS
San Miguel de Valero: (932m). Situado en el altiplano, como vigía del valle del río Quilamas y de Valero, es considerado “la puerta de Las Quilamas”. Se asienta en una base granítica y su urbanismo y arquitectura se corresponden con los tradicionales de esta comarca. La apicultura es, quizás, una de las principales bases de su economía, junto con la cereza.
El Tornadizo: (887m). Asomado al río Alagón, es el segundo que nos encontramos en nuestro recorrido, a poca distancia del anterior; de mucho menor tamaño y también asentado en granito, no está al nivel de aquél en lo que a las características de un pueblo serrano se refiere. El topónimo nos habla de “tornados”, “conversos”. A la salida del pueblo, pasaremos por la ermita humilladero y, en el camino, veremos algunos viñedos y huertas con sus tradicionales cigüeñales.
San Esteban la Sierra: (623m). Siempre en descenso, acompañando al Alagón por su margen derecha y sin dejar el granito, llegamos a uno de los pueblos de más bella estampa de la comarca de Entresierras. Con el Alagón a sus pies, el entramado de sus calles y su arquitectura tradicional, unidos a su buen estado de conservación, hacen de él un pueblo con autenticidad serrana con recuerdos moriscos y judíos. Destacamos la plaza mayor, la iglesia parroquial, la fuente romana (¿) y el Puente Viejo, medieval, todo ello, como la mayoría de las casas, con el granito y la madera como materiales tradicionales esenciales.
El vino (Cooperativa y Ruta de los Lagares Rupestres), las cerezas y el aceite (ruinas de almazaras junto al río) son las fuentes esenciales de su economía. Es en la plaza donde se inicia la nueva Senda de los Trasiegos con dirección a Valero y San Miguel. Desde el punto de vista medioambiental, trataremos de localizar la depuradora ecológico biológica en la margen izquierda del río. Siguiendo éste por su margen derecha, por senda ascendente y entrando ya en zona de pizarra (hemos abandonado el granito), nos dirigimos, por la margen izquierda del Quilamas dejamos el Alagón, al cuarto pueblo de la ruta.
Valero: (584 m). A pesar de que la gran riqueza originada en el enorme éxito económico de la apicultura (sin olvidar sus olivos, algunas viñas y cerezos) ha llevado a algunas aberraciones urbanísticas y arquitectónicas, es uno de los pueblos serranos de más belleza, tanto por su ubicación en el profundo valle excavado por el Quilamas, como por su traza urbanística, vivo recuerdo de pasadas épocas moriscas. La iglesia, con su rico artesonado mudéjar, el puente viejo sobre el Quilamas, los restos del cementerio judío, la piscina fluvial, la era, el Camino Viejo, que nos subirá a San Miguel y el Castañar son de especial mención.
La ruta trata de un clásico recorrido circular que forma parte de la comarca de Entresierras, es Reserva de la Biosfera, y espacio REN de Castilla-León; está situada en la cuenca del Tajo (subcuenta del Alagón) y al sur de la provincia de Salamanca, siendo puerta oriental de entrada a las emblemáticas Quilamas. Coincide en parte con los GR 181 (Ruta de los Paisajes Serranos) y 184 (Ruta de los Caminos Históricos de Entrecierras), así como con el recientemente marcado PR, reversible, de la Senda de los Trasiegos, entre San Esteban y San Miguel, a su paso por Valero y con un pequeño tramo de la Senda de las Catedrales Vivas (ejemplares de árboles insignes).
La iniciamos en el arco de San Miguel de Valero (932m) para ir descendiendo suavemente por el GR 184 hasta la carretera del Tornadizo (887m), que cruzamos para atravesar todo el pueblo y salir del mismo por la ermita del Humilladero. Siguiendo siempre el GR, entre huertos abandonados, cerezos y viñedos, descendemos por pista y camino hasta el pontón granítico del arroyo Verdugal y su pequeña vega.
Valero: (584 m). A pesar de que la gran riqueza originada en el enorme éxito económico de la apicultura (sin olvidar sus olivos, algunas viñas y cerezos) ha llevado a algunas aberraciones urbanísticas y arquitectónicas, es uno de los pueblos serranos de más belleza, tanto por su ubicación en el profundo valle excavado por el Quilamas, como por su traza urbanística, vivo recuerdo de pasadas épocas moriscas. La iglesia, con su rico artesonado mudéjar, el puente viejo sobre el Quilamas, los restos del cementerio judío, la piscina fluvial, la era, el Camino Viejo, que nos subirá a San Miguel y el Castañar son de especial mención.
La ruta trata de un clásico recorrido circular que forma parte de la comarca de Entresierras, es Reserva de la Biosfera, y espacio REN de Castilla-León; está situada en la cuenca del Tajo (subcuenta del Alagón) y al sur de la provincia de Salamanca, siendo puerta oriental de entrada a las emblemáticas Quilamas. Coincide en parte con los GR 181 (Ruta de los Paisajes Serranos) y 184 (Ruta de los Caminos Históricos de Entrecierras), así como con el recientemente marcado PR, reversible, de la Senda de los Trasiegos, entre San Esteban y San Miguel, a su paso por Valero y con un pequeño tramo de la Senda de las Catedrales Vivas (ejemplares de árboles insignes).
La iniciamos en el arco de San Miguel de Valero (932m) para ir descendiendo suavemente por el GR 184 hasta la carretera del Tornadizo (887m), que cruzamos para atravesar todo el pueblo y salir del mismo por la ermita del Humilladero. Siguiendo siempre el GR, entre huertos abandonados, cerezos y viñedos, descendemos por pista y camino hasta el pontón granítico del arroyo Verdugal y su pequeña vega.
Una estrecha y larga senda, por la margen derecha del Alagón nos lleva entre jaras, durillos, robles, encinas, cornicabras, viñas, etc., hasta la carretera de Salamanca, por la que ascenderemos unos doscientos metros siguiendo el GR hasta la curva, en la que tomamos el camino que baja, entre olivos, hasta el Puente Viejo de San Esteban (623m), con posible subida al pueblo.
Seguimos en dirección a Valero por el GR 184, que se solapa con la nueva Senda de los Trasiegos. Por ella, nos internamos en el término de Valero siguiendo el Alagón hasta el punto en el que a éste se le unen, en El Piélago, el arroyo de La Palla y el Río Quilamas. Por un camino tradicional, empedrado en pizarra, perfecta-mente conservado, flanqueado por encinas y alcornoque, por minúsculos huertos y frutales colgados en los más bellos bancales de esta sierra.
Seguimos en dirección a Valero por el GR 184, que se solapa con la nueva Senda de los Trasiegos. Por ella, nos internamos en el término de Valero siguiendo el Alagón hasta el punto en el que a éste se le unen, en El Piélago, el arroyo de La Palla y el Río Quilamas. Por un camino tradicional, empedrado en pizarra, perfecta-mente conservado, flanqueado por encinas y alcornoque, por minúsculos huertos y frutales colgados en los más bellos bancales de esta sierra.
Llegamos a Valero (584 m), con posible bajada para visitarlo. Sólo nos resta subir por el Camino Viejo, a la derecha del arroyo San Juan, o Chico, siguiendo el GR 181 y la Senda de los Trasiegos para hacer los últimos cuatro kilómetros de esta bella y tradicional ruta con castaños, cerezos, jaras, viñas, etc., y volver a entrar por el arco de San Miguel de Valero (932m), punto final de la misma.
Fotos de la Ruta.
https://photos.app.goo.gl/Ovg6VfEbE8uL6MGQ2
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Video de la Ruta:
